miércoles, 13 de noviembre de 2013

RAZONES INSOSPECHADAS DE LA “NO COMPETITIVIDAD”

Los cumpleaños sirven para todo… incluido  el de los 20 años  de la  medición de  la competitividad   que los economistas-yuppies o no  yuppies- han “celebrado”  con argumentos – económicos, por supuesto-. Es decir que, por lo general,  no les parecen muy importantes ni los  comportamientos  humanos  ni  los procesos realizados por seres humanos.

Manuel José Cárdenas,   en artículo de Portafolio ( ¿Qué es la  competitividad?)[1],  señala  el cambio de enfoques teóricos de la medición: del   enfoque “mercantilista”,  proyectado hacia lo internacional  ( y pregonado por la Harvard Business  School hace 20 años), se ha llegado a uno “más integral de competitividad sistémica”. Implica consideraciones  “micro” (definida por Cárdenas  como lo empresarial),  “meso” (región o industria ),  y “meta” (cultural). Reprocha que, en Colombia,  el  Sistema Nacional de Competitividad se esté asimilando con el plan de desarrollo y sugiere que se deberían  utilizar  como  referencia los 12  pilares del Foro  Económico Mundial.

 Catalina  Crane  [2] se esfuerza en cambio  en derrotar el pesimismo con argumentos que,  a mi modo de  ver, tienen  más que ver  con  la economía que con el ser  humano,  como sucede  con no pocos egresados de las imponentes  universidades   americanas o anglosajonas  cuyo pedestal  en Colombia   es  por  supuesto  Harvard, el   sumun de la academia. ¿Lo es?

 Pero,  ¿cómo se analiza la competitividad? Algunas inquietudes:

- “La base de la  competitividad es la estabilidad económica” (¿A cualquier  costo humano?)

- El gasto en ciencia y tecnología es bajo, pero  es hoy  el doble de los 90 (¿Es 0.45% satisfactorio o un síntoma de las prioridades discursivo-políticas  más que   un real progreso en  el contexto  que favorezca  la investigación científica? )

- Atraemos inversión extranjera más que otros (¿Es la minería  un indicador de competitividad, o de  saqueo ecológico?)

- Hoy tenemos uno de los mejores  indicadores macroeconómicos de la región y del mundo              ( ¿qué decir de la desigualdad?)

- El país no ha avanzado, pero por culpa de  la apertura mal  diseñada… los TLC  son la solución    ( ¿lo serán   por sí mismos? ¿ Qué pasará con nuestra ineficiencia?)

 Así como se cree que un semáforo económico    puede   dictaminar el nivel de competencia  y ejecución  de las entidades del Estado  (el semáforo de Doña Lorena,  por ejemplo), así la competitividad  en manos de los economistas o  de las mediciones económicas,  sin ningún aporte de las ciencias sociales,  es como   buscar la calentura en las  sábanas. Metáfora  muy gráfica, pues  el  enfermo solo le transmite a las sábanas  el calor de la fiebre pero  ni el diagnóstico ni  el remedio.

¿ Donde está el remedio?  Además de  la prepotencia economicista,  es necesario buscarlo también  en  los comportamientos,  en las realidades  sociológicas de la corrupción ( como lo hace, por ejemplo,  Salomón Kalmanovitch), en las   maneras de afrontar la ineficiencia de los procedimientos ( que tiene bloqueada al Estado). 

 A mi modo de ver, el remedio  empieza  por  reemplazar  la discursividad  y la teoría por  el énfasis en el cómo y en el seguimiento y evaluación de los procesos.

 Una  parte de los asesores del actual Palacio ( y de todos los gobiernos, pero este es otro tema)  cada vez más graduados en las universidades anglo sajonas, se dedican más a las encuestas y a las cifras  que  a   la manera  humana de afrontar las deficiencias. Eso no quiere  decir ni mucho menos, que serán inhumanos (sería una temeridad afirmarlo) sino que,  en cierta  forma, minimizan la importancia  de  las explicaciones sociológicas o sicosociales  en relación  con las fallas de calidad, las incompetencias.

 En otras palabras, lo “macro”   no remedia los errores de los procesos,  no solo de tomas de decisiones  sino , en general  del HACER.    

  Buena parte  de los tropiezos de la  reforma en salud, por ejemplo,  se deben a que el muy inteligente y capaz Ministro  no tuvo en cuenta que  su proyecto, más  allá de lo perfecto o imperfecto , debía “socializarse”  o consensuarse antes , explicárselo a  los pacientes; contrarrestar  humanamente las posibles  oposiciones, –ilustradas o no-.   Más allá de las cifras, el éxito de su  procedimiento  quirúrgico al sistema implicaba entender las lógicas  parlamentarias (  ahora en la Cámara, el proyecto tendrá  19 ponentes), las lógicas de los pacientes,  los hábitos y egoísmos de  todos los sectores del sistema, empezando, por supuesto por las EPS y no pocos médicos.  

Con precipitud,   Minsalud  presentó una “solución” económica que  no  tuvo en cuenta que una cosa es la teoría y  otra, la  realidad y que, sin ésta, nada existe.  ¿Era innecesario tomarle el pulso a país? ¿ No ha sido peor la pérdida de tiempo?

Así como las encuestas no reflejan la realidad, así   tampoco lo hacen las  simples estadísticas , mediciones o perspectivas economicistas.
-------
"tenemos que interesarnos en la historia de la participación de la gente y  la razón
pública " (pág 322)
Recomendado: El libro del premio Nobel de Economía Amartya Sen,  “ The idea of justice”, The Belknap Press of Harvard University Press, Cambridge, Mass.  2009 ( existe traducción en español) . “la justicia  está en últimas  conectada  con la manera como transcurren las  vidas de la gente, y no solamente con la naturaleza de las instituciones que las rodean” (pág 10)   Sen  revalúa a Rawls  y a sí mismo y concluye  que los comportamientos y las interacciones de la gente  son también determinantes, como lo son los medios de comunicación y  el debate público.



No hay comentarios:

Publicar un comentario