Añorando el enfoque ancestral... |
¿Lleva el odio a la polarización, o la polarización estimula el odio? Difícil saberlo: a la larga, la dependencia termina siendo mutua. Porque “yo” odio, tiendo a excluir al enemigo y porque polarizo, llevo a querer excluir a tal punto al "otro" que, a veces, lo odio (en cualquiera de sus matices). De todas maneras, uno y otra recortan capacidad de conversar o debatir.
Pero
la polarización[1]
se da mas en el escenario de lo público, en el que, por supuesto, “lo” político ocupa un lugar preponderante. Y esa percepción desafortunada de lo político no se compadece
con una época en la que la
interactividad se multiplica. En
Colombia, como en muchos
países ( p.e. Estados Unidos ) e impulsado por lo mediático, el
nicho de lo político depende
de esa palabra: polarización.
Es una palabra que he trajinado mucho cuando
me refiero a los clanes y a las roscas. Y que volví
a escuchar en boca del que mencioné
como el más interesante de los expositores
extranjeros que vienen a foros,
y que, la mayoría de las veces
no tienen mucho qué decir de nuevo.
Pero en este caso, él
era diferente: académico y práctico a la vez, buen
orador pero no discursivo, John Paul
Lederach empezó hablando de la “ecología de la polarización” , lo que
inmediatamente me conectó . Y más todavía
cuando dijo cómo en
Colombia la primera inquietud que le surgía frente a nuestra realidad colombiana
era ¿Cual es su rosca? – cuando hablaba con alguien.
Y si bien
no se adentró en el tema
de las roscas http://bit.ly/1ppcthm me hizo el "clic " que asocia
la discursividad “intelectual”
con la rosca a la cual se pertenece.
Las consecuencias no solo se dan en la
dificultad del diálogo académico o del debate periodístico en medios masivos
de comunicación, sino en muchos
otros campos que impiden la
convivencia y la reconciliación.
Cada vez que escuchamos al
Fiscal, al Procurador, a Rangel,
a Robledo, a los radicales farquianos , en otras palabras a los fundamentalistas , se enrarece
el aire de la democracia.
Hay mucha gente
en Colombia que se dice saturada
por la manera como se hace política[2] , lo cual es hoy una
excusa válida pero inocua, o que tan solo sirve para disfrazar
la anomia y la indiferencia egocéntrica de los conjuntos encerrados, pero muy entrevistados.
La
responsabilidad de los medios y del periodismo es en ese sentido
enorme , y obedece a los marcos
creados por las empresas, que van poco a poco moldeando los prejuicios del ejercicio profesional y la manera de cubrir eventos o de suscitar debate.
- Se polariza porque los temas se caudillizan y se entrevista prioritariamente a las cúpulas y a los congresistas.
- Se polariza porque se cree que cualquier tema se puede enfocar desde lo que piensa Santos o lo que piensa Uribe, lo que dice el fiscal o el Procurador.
- Se polariza porque cualquier hecho no se analiza como tal sino a través de los que opinan sobre ese “hecho” de manera previsible y exaltada.
- Se polariza porque los receptores están acostumbrados, gracias al periodismo, a no cuestionar conceptos desuetos como “derecha” o “izquierda” en una era en que los partidos políticos están desmoronándose y LO político marca las sociedades de otra manera.
- Se polariza por aferrarse a lo discursivo sin ni siquiera utilizar una herramienta muy útil, internet. Allí muchos polarizados se encuevan todavía más en el pequeño círculo de los que piensan igual. ¿ Es posible abrir horizontes? Una vivencia me demostró que si.
UNA
COLETILLA A PROPOSITO DEL "CLIC" Y DE LOS PREJUICIOS...
En
el caso de John Paul Lederach, de
quien no sabía nada, busqué
en Wikipedia y por YouTube escuché algunas de sus charlas por internet , descubriendo
que se trata de un cristiano
menonita.
La
palabra me trajo de inmediato a la mente la desagradable imagen de unos menonitas que tienen una
comunidad en Santa Cruz de la Sierra, en
Bolivia : una comunidad cerrada, endogámica, con mujeres vestidas hasta los tobillos y hombres
de overol, que no se mezcla con los
“indios” bolivianos. Esa primera vivencia me creó una
impresión negativa contra semejante
fundamentalismo, de
desagrado contra los
menonitas. Ahora, gracias
al profesor Lederach, uno de los más connotados profesores de solución pacífica de conflictos y mediación cambio de opinión,
desde mi orilla no cristiana.
¿ Será que algunos fundamentalistas anti- FARC
o miembros fundamentalistas de las
FARC podrán abrirse a nuevos horizontes, reconciliarse
y convivir con el pasado?
Hablando
sobre la necesidad de “diálogos
improbables”, Lederach (Phd.) académico y práctico, experto en
resolución de conflictos y construcción de paz,
dijo en Bogotá: “soy capaz de reconciliarme cuando pienso que
el bienestar de mis nietos está ligado al bienestar de sus nietos… No se trata
de perdonar y olvidar sino de recordar y
cambiar... El imaginario de la convivencia
es el horizonte de la
reconciliación”.
¿NO ES MEJOR PACIFICAR LA POLARIZACIÓN QUE POLARIZAR LA PAZ?
Nota : vale la pena ver los otros videos de conferencias de JPL
ttps://www.youtube.com/watch?v=Thx0-vXf3Ks
[1] Según el
diccionario, polarizar es “modificar los rayos luminosos reflejándolos o refractándolos
de manera tal que queden imposibilitados
para reflejarse o refractarse de nuevo en determinadas direcciones. 2. Fijar la atención o interés de alguien o
de algo en una única dirección o temática”.
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