jueves, 31 de marzo de 2016

LAS LIMITACIONES DEL “PANTALLAZO”



Un director  técnico impasible frente al éxito o la derrota, un capitán renovado y feliz y un equipo estimulado  que  sobrepone el interés colectivo a los  egoísmos individuales: la  actual Selección Colombia es  el mejor  modelo  para salir del patético descalabro de la situación política, institucional y  judicial del país.



Ojalá  el país no  siga otros modelos que se han nuevamente  tratado de  imponer. Que reaccione con disciplina,  organización y  deseo de salir adelante, como lo hizo  la Selección. A sabiendas  de que todo es frágil y cuestión de paciencia, pero  con buen  tino.

Que   Colombia no  caiga  en  la espiral ascendente  de   pataletas  como  las que  el Centro Democrático organiza para  este sábado. Por supuesto, que éste marche si quiere  marchar: para eso es la  democracia.  Pero que no nos  convenza  con argumentos  visuales y emocionales, sin reconocer la responsabilidad que tiene  de los resultados de hoy, empezando por  Reficar...

 A la vez,  así como James  debería dejar  atrás la era  de  pantallazos  publicitarios  en  calzoncillos para    “venderse”  como imagen,  así también el Presidente Santos debería  dejar de  obsesionarse con   su imagen descendente.

De  nada le sirve, por ejemplo,  caer en el error de   promocionarse como  el  juicioso  evaluador de los comportamientos  ciudadanos  en materia de bombillos  y  microondas. Más le  valdría  concentrarse como estadista,  en  los temas de  fondo.

El más urgente  de estos temas se aplica a los sectores que están en crisis evidente:  el   de minas  y energía,  el de hacienda, ( en particular la fallida  reforma tributaria)  el de salud,  el de medio ambiente , el de comunicaciones y el agotado de relaciones exteriores  para  citar los más relevantes.

Un  común denominador   en  esos  sectores   tan disímiles, de Ministros con competencias tan diferentes,   pero al parecer a la deriva, explica su  descalabro    progresivo   en los gobiernos de Uribe   y Santos:    haber  confiado más en la cercanía que en la capacidad, el rigor y la eficiencia.

Pero  el ahora Senador  del Centro Democrático  no puede tirar  la primera piedra.  ¡Cómo parecen desacertados  e  inútiles  los   empeños   de la administración Uribe  en  “recortar”  costos   al unir  los ministerios  de  Trabajo  y salud!  ¡ Ni hablar de una política pública  minera que  ferió las  licencias,   propició    el  deterioro ambiental y  el saqueo de  nuestros recursos!, en detrimento de la agricultura!

Que no nos  vengan entonces este  sábado  como salvadores.

Sin duda, hoy como ayer,   se plantea  el mismo dilema: aceptar que los cargos dependen de   la  cercanía y la rosca,   o reconocer que, más que  caras  conocidas o supuestamente fieles, se  necesitan trayectorias en las cuales se mezclen  la teoría y la práctica, la capacidad de  actuar  y de  comprender las necesidades de la gente, el reconocimiento y el   liderazgo en el  respectivo sector. Y,   sobre todo,  la valentía de hacerle al caudillo  las criticas cuando va por mal  camino.

 A  Uribe lo perdieron sus “amigos”, muchos de ellos  sin trayectoria  nacional;  a  Santos lo puede perder el cerco cada vez más estrecho  de su  rosca  centralista, bogotana o no, en todo caso improvisadora.  Y  sobre todo, lo puede    perder  -como a Uribe- , su  caudillismo fallido,  bajo  cuya  sombra no crecen las iniciativas   sino  tan  solo  la rapiña por puestos.

Una primera  prueba,  de  una trascendencia que   tal  vez no entienda la rosca  que   rodea el  Palacio  presidencial centrada en el inmediatismo, es  la escogencia de la terna del fiscal. No necesita, como le hacen creer,  de caras. Necesita de trayectorias y de liderazgos en  el poder judicial para rescatarlo de la mediocridad  de sus cúpulas.  Un liderazgo que no depende   de  los pantallazos,  al cual, por  cierto,   la propia administración de justicia  debería  ponerle  coto y mesura.

En ese  aspecto, los medios de comunicación y el  periodismo  juegan un papel fundamental. Más que de rating , de pornodelincuencia o de  espectáculo, de expectativas  o de   reflectores sobre promesas,  importa  centrarse  en  los  derechos de las personas, propiciar el debate analítico y no de peleaderas. Ojalá , sea  escrito de paso, que  con  el  inicio de conversaciones con  el ELN,  ni  la atención  mediática ni la  del Presidente, ni la del Procurador  se desgasten    en un proceso que debe ser  discreto y a largo plazo. Y ojalá que el ELN  entienda de una  vez  que   un proceso negociador no debe  llenarse  de fotos, dialogo  y falsas participaciones de la ciudadanía, esta vez a  nivel  regional, que   solo  terminan siendo pantallazoa.

  Focalizar en la imagen: ¿eludir la realidad? 


La reacciones internacionales  deberían ser una primera señal de alarma.  El Papa ha frenado sus referencias  a la paz colombiana  que poco a poco se    va diluyendo en Europa y en  los Estados Unidos.  La cooperación de este ultimo  país, inflada con pantallazos, no llega al   5% de las necesidades del poscacuerdo. Y  el lamentable manejo  del diferendo con  Nicaragua  nos  lleva a  una conclusión: por más gente que aparezca en la  foto, nos  estamos quedando  solos .

Un billete de  100.00 pesos en el cual  se le  rinde homenaje  al  discreto  Dr. Carlos  Lleras  Restrepo, muestra la  diferencia  entre un caudillo de la imagen  y  un estadista.

Y cuando el  impasible  Pekerman  dirigía su equipo   el pasado   martes,  la mayor  de sus preocupaciones no era  lo que los demás pensaran de  él  en ese  momento, sino, simplemente,  recoger los frutos,  con la trascendencia  que  da un liderazgo no caudillista.



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