jueves, 7 de abril de 2016

La peculiar transmisión de un "debate" en el Congreso Nacional

 

FOTO MTH
Cuando seguí,  durante largas  horas, la transmisión,  por  el canal  público,  de la moción de  censura al Ministro de Hacienda,  no pude menos  que recordar el pequeño libro del sociólogo francés, ya fallecido, Pierre Bourdieu. 

“Sobre la televisión” no se refiere solamente al  papel de los  intelectuales., ni a la televisión como espectáculo sensacionalista (que inspiró a no pocos  autores, entre los cuales  Vargas Llosa).  Profundiza también en esa manera que tiene la televisión  de  “esconder al mostrar”,  de establecer una  complicidad tácita  en  mecanismos de selección y construcción. Esa transmisión es  “sutil”, para  utilizar la expresión de  Bourdieu, aunque  no sé  si “peligrosa”, como también la describe. En todo caso, contribuye a desvalorizar instituciones básicas de la democracia como el  Congreso (no me refiero a la pérdida de credibilidad de los parlamentarios y partidos)


Pongo la transmisión  como ejemplo porque  es importante, en el análisis de la televisión, concentrarse en lo que  se oculta al mostrar.  Y, en este caso,  la complicidad tácita la  creaban las cámaras,  o mejor dicho los camarógrafos,  pero  éstos últimos  obedeciendo a una  directiva de los  responsables de la  transmisión que es lo que casi siempre sucede[1].






Ni una sola  toma  abierta, que mostrara el  semicírculo  cada vez más  vacío, ni a los  parlamentarios  que le “cumplían” al Ministro (¿ por mermelada , es decir cupos indicativos  con prioridades  fijadas por ellos). Simplemente,  cámara  fija en  los citantes, los intervinientes y, por supuesto,  el citado.

El análisis de  medios, tan importante en la era  de la información,  no se puede limitar a los contenidos sino, también, debe abarcar  la forma como se  muestran los contenidos. En este  caso, se supone  que  la televisión pública cumple  su “deber” de  informar a los ciudadanos sobre, nada menos  que un debate  sobre moción de  censura. ¿ Es ello ciento?



Cual es el  efecto  de lo que recibe  el televidente?

 

FOTO MTH
Antes, la transmisión  de las sesiones del Congreso permitían ver  una más  concreta realidad: los que  bostezaban, los que  se metían los  dedos en la nariz,  los que parecían ausentes,  los que recordaban por su elocuencia y  capacidad  los  grandes  oradores del  la historia del parlamento colombiano,  los que  hacían intervenciones  con derecho a réplica para contraargumentar, los que se limitaban a pasar agachados sin descuidar  sus  intereses  particulares o la presión gremial. En ese  sentido, la imagen  es de una veracidad implacable.


Desde luego, no faltó  la aclaración  del Presidente  del Congreso, Luis Fernando Velasco. A cada  comportamiento  se le puede  encontrar una ley que lo justifique, como es el caso de la reglamentación de las mociones de  censura.¿Es  eso suficiente o falta el análisis ético?

 Con razón también se ha  dicho que la moción de censura no cabe  en  nuestro régimen  presidencialista y  que  eso vicia de base cualquier intento  de llevarla a cabo. Pero  la interpretación  literal   - tradúzcase  santanderista- lleva  a  una melancólica parodia de lo que  se  pretende:  un contacto más  directo con  los ciudadanos.

Por la manera como se  desarrolló  la sesión, mal  se puede decir que hubo un debate  democrático. Desfilaron  una  serie de soliloquios, algunos impecables  como el del Senador Robledo. Otros, hay que reconocerlo,  con conocimiento del tema,  como  el  Senador  Uribe  y  el Senador Duque.

 En  relación  con  estos dos últimos,  la  salida  apresurada del ministro para evitar  responder  fue  además  descortesía. Había  dicho  varias  veces, en tono grandilocuente,  que  él si  “daba la cara”. Eso  sí, no  atendió olímpicamente  las numerosas rectificaciones  que se hicieron al  “ilusionista” , como lo calificaron  algunos.

El Senador Uribe , por ejemplo, rectificó que en su  mandato  “No se vendía Isagen  sino capitalizarla” . “ Es  una comparación que engaña al país, pues  se  trató  de una  capitalización estatal”-dijo y agregó: “Da lastima que  no se pueda deliberar”. “Quisiera poderlo rectificar en su presencia "-  comentó con una  peculiar  tranquilidad.  Eso, por supuesto  no lo libra de comportamientos  similares de su administración  frente al Congreso cuando era Presidente.

Pero el Ministro tampoco atendió  las rectificaciones  relacionadas con pronunciamientos del Consejo de Estado, por  cierto alegremente  manipulados  según la conveniencia de cada cual, para desconcierto de la  ciudadanía. Ni  le importó  que  le  cuestionaran  la comparación  cuando  igualó  las  minorías  de Ecopetrol (más de 400.000  ciudadanos)  con la  de  Isagen (EPM)

¿Se puede llamar debate  lo que sucede en el Congreso?


En términos  generales,  los debates en el Congreso  no se compaginan con el impacto  que puede  tener la televisión en la construcción de  ciudadanía, de la cual  está cada vez más ausente  el poder legislativo.  Su  manera de entender lo televisivo es  lograr que  a las bancadas o a los citados les toque el reality de la franja AAA,  (en este caso, como suele suceder,  le tocó al Ministro).

 Lo que se  pretende,  una transmisión “democrática” y pluralista no  existe. Debatir  se está  limitando a medir el tiempo, darle a cada  quien sus  minutos en una  forma dudosamente equitativa y apagar groseramente  el micrófono cuando el  parlamentario, en una proporción inversa a su profundidad se explaya como el  decimonónico  Enríquez Maya…

Consecuencias del “oportunismo”


 Se le devolvió con este debate – como  lo demostró el Senador  Robledo la  “argumentación “  al Ministro en el tema  de la citación (venta de Isagen). También, su  tesis del  defendiendo  que la venta se dio   bajo el  principio según el cual " actuar oportunamente es la madre de la confianza" y que hubo  " no sólo razones fundamentales , sino oportunidad". En este caso  , hubo, sin duda oportunismo  de muchos  y del citado.

Por las rendijas de  las constancias  y en los últimos minutos,  la transmisión  por televisión  dejó ver  la magnitud de los  errores- voluntarios o involuntarios-  que  se cometieron sin remedio  en el caso de Isagen. Pero lo que es más grave,  no se le  dio a los ciudadanos una percepción adecuada del Congreso como institución.

Cuando de democracia  o de bancadas se habla,  añora uno aquellos  yeayyea  yeahhhh con los que las  bancadas,  en Wesminster, la  cuna  del respeto parlamentario y  según el caso, aprueban o desaprueban.Y  más   cuando se sabe el resultado antes del debate. Por eso que por lo menos la transmisión tenga alguna  calidad formal  siquiera de "pan y circo".

Es inadmisible que la  transmisión  no  mostrara quien  se quedó hasta  el final. Solo un  breve enfoque  al  Congresista  Alexander López, quien nos   describió verbalmente la escena:  “Este recinto queda prácticamente solo”.

Una manera inadmisible  “esconder al mostrar”,  de confundir lo público con lo  gubernamental, lo individual con lo  colectivo, las instituciones con quienes  manipulan  la comunicación.









[1] “Sur la television". Recomiendo  el documento visual  Pierre Bourdieu, en you tube del Colegio de Francia  (College de France)  y la introducción sobresociólogo https://youtu.be/qgkLuEESV2g

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