jueves, 22 de septiembre de 2016

Referendo: ¿La mentira como estrategia política?


En este  pre- plebiscito - para llamarlo de alguna manera "neutra"- las mentiras abundan en grados, matices, formas, autores y tamaños.

Sería iluso creer en el maniqueismo según el cual solo dicen mentiras los del "NO". Implicaría concluir, dada la polarización existente,  que solo dicen verdades los del "SI", lo cual tampoco es cierto.

No solo desde las mentiras, sino desde  las intenciones de voto, las conclusiones se pueden sacar con un enfoque emocional:  “Los partidarios de la paz  no mienten, los de la guerra mienten”. O "me gusta el Si porque me gusta Santos" o " me gusta el NO porque no me gusta Santos" .  O vice versa, poniendo a Uribe en el lugar de Santos.

Ese lado emocional es el que explotan mayoritariamente  las encuestas polarizadoras  que  ponen a los ciudadanos a escoger entre el sí  y el no sin que quepa la posibilidad de argumentar el "si, pero… " o el "no, pero…" que, en el fondo,  configuran  la esencia de un debate democrático. Un debate, además,  en que la  transparencia  y el análisis deberían ganarle a lo emocional.

Porque la realidad de las temáticas públicas no es  tan tajante como para ser  evaluada en un 100% como buena o en un 100% como mala. Un ejemplo: el Programa Ser Pilo Paga  no es tan impactante  como lo promociona su abundante publicidad, (proyección cuarenta mil estudiantes beneficiarios en  4 años); pero el programa  es positivo ( estimula estratos 1 y 2),  si bien no resuelve el problema del acceso a la educación superior.

Poco a poco  nos hemos acostumbrado a ser "radicales" y a no analizar lo que la sabiduría define como "ni tanto que queme al Santo, ni tanto que no lo alumbre".

La intolerancia empieza cuando no se aceptan los matices y se incrusta en los planteamientos radicales.

La mayor mentira de algunos partidarios del SI es  la ambigua afirmación de que si no hay paz,  habrá guerra. Esa antítesis es mentira por punta y punta  porque, por un lado, el enfrentamiento entre el ejército regular de Colombia y las FARC  no es propiamente una guerra, sino un conflicto armado interno. No es ni siquiera lo que algunos podrían llamar una guerra civil interna porque las FARC no han reclutado ni interna ni internacionalmente en forma masiva pues sus efectivos son apenas  17500 ( o 15 500 segun las fuentes), con círculos de colaboradores que tampoco son sustanciales.

No es Guerra civil, porque la población de zonas con conflicto armado no necesariamente está dispuesta  a  dar la vida por la causa FARC.  La ideología  de las FARC o de  los paramilitares,  no es la del grueso de la población  que está ocupada,  o bien en  sobrevivir en medio de la desigualdad, la crisis de los servicios públicos y la corrupción ( caso aberrante de Guajira y Chocó);  o bien recuperándose de los daños  y el impacto  de la conflagración con las FARC, o lo que es peor, de las bandas criminales, el ELN y  el microtráfico.

 Por eso, el acuerdo con las FARC no es LA PAZ como lo creen muchos y lo  promocionan muchos más, sino un  respiro.  Porque  es evidente  y angustioso el clima de impunidad y el  crecimiento de las bandas criminales,  (anteriores por cierto a los acuerdos, otra mentirita de los partidarios del NO cuando  alimentan los miedos , sugiriendo  que se agudizarán  con  los acuerdos.

A mí modo ver, la ventaja  de los partidarios del SI no está en que la mentira sea menor que las de los partidarios del no, sino en los contextos. Porque los contextos traen  más ventajas que desventajas  en el caso del SI que en los del NO.

Un ejemplo está en los argumentos de Fernando Londoño Hoyos para votar NO , que contienen generalizaciones mentirosas. Analicemos sus 10 razones para votar NO:  http://www.las2orillas.co/author/fernandolondono/

1- Porque - el profesor  y "periodista" Londoño- se opone a una Constitución " blindada"  de 297 páginas  a espacio sencillo: es una mentira tan grande como la de la "Paz" por la de la orilla del “si”.  Nuestra Constitución sigue siendo la del 91 con todo y sus retazos. Los colombianos  podemos cambiar por la vía legal lo aprobado por medio de leyes. Y en gracia de discusión, el país  tiene instituciones para  reformas  constitucionales que garantizarían el  autoritarismo estilo Chávez,  como lo quería Uribe cuando pregonaba la necesidad de un  " estado de opinión".         

2- Para Londoño Hoyos, los acuerdos crean un sistema de impunidad detestable. La palabra detestable es sintomática del análisis emocional  y la impunidad existe mucho antes  de los acuerdos, en particular por las fallas en nuestra administración de justicia.

3- Porque, escribe Londoño Hoyos, los acuerdos no son  un acto de paz sino una declaración de guerra:  de nuevo el uso de antitesis generalizadoras no desmenuza  el análisis ni  probar la afirmación.

4- Porque se niega a vivir en una Patria Comunista.  En primer lugar,  la ideología de las FARC no es hoy Comunista sino socialista. Confunde  las dos ideologías, lo cual es por lo menos curioso en quien  ha sido profesor de ideas políticas. Pero esa frase, de su puño y letra, da por sentado que el Partido creado por las FARC seria  vencedor en unas elecciones, lo que ha sido lejos de ser el caso con el fracasado M 19 .

5- El profesor Londoño miente también cuando dice que  se despojaran las tierras dando a entender que inclusive las bien habidas, cuando se ha dicho hasta la saciedad que  los  propietarios de estas  últimas nada tienen que temer. Desconoce además que un elemento crucial  del desarrollo rural integral es  formalizar las tierras de personas que no han escriturado sus bienes pero las han poseido lícitamente y de buena fe.

6- Porque, escribe también, se niega a vivir en el tiempo de las FARC. De nuevo una ostentosa mentira.  Mezclada con verdades como la minería ilegal de las FARC,  otras verdades no cuantificadas  como los dineros de las FARC  ( que por cierto empezarán a ser investigados en EEUU,  que  ni el gobierno de Uribe ni el de Santos averiguaron).

7- Piensa y escribe Londoño Hoyos  que el acuerdo arruina  definitivamente al país  y no queda un centavo para el resto.  Mentira sobre mentira:  el sector rural ha sido abandonado por este gobierno  ( en su segundo mandato, cuando se entregaron  los recursos y los puestos institucionales  a la mermelada[i] ) y los gobiernos  anteriores  (con populistas consejos comunitarios).

8- Porque , escribe, va a vivir en un Narco  Estado. Extraño que el profesor Londoño confunda Estado con gobiernos o clase política. Sobran comentarios sobre la grotesca exageración que ignora olímpicamente el sacrificio de jueces, magistrados, ministros, líderes políticos , periodistas etc, cuando los narcos buscaron cooptar al  Estado y cree que las FARC  tienen el poder de recrear un Narco Estado.

9- Porque- escribe- se niega  a vivir en una dictadura. Igualmente grotesca y mentirosa  caricatura de nuestro sistema en el que por fortuna no prosperaron las dictaduras o los intentos de rereelegirse. Aclara que no va a votar por Santos y por Tímochenko : nuevamente el profesor universitario confunde  mentirosamentre al decir que votar por los acuerdos  es votar por santos y Tímochenko, lo que ignorar a los que  no aceptamos la polarización.

10- Porque no quiere vivir en un desierto empobrecido en poder de delincuentes.  Esta y otras afirmaciones  de los fundamentalistas del “NO” muestran que definitivamente el país  no puede  encerrarse en el inmovilismo  cada vez más cerrado y en un asfixiador ambiente de radicalismo.




Más allá de las utopías mentirosas,  más vale el realismo del "sí, pero…" que acepta los esfuerzos ya hechos, recibe con beneficio de inventario las críticas de parte y parte, pero rehusa aceptar el inmovilismo asociado con el miedo y creado por sectores más reaccionarios de nuestra sociedad, cuando  argumentan emocionalmente  por el NO.






[i] Como  se ha  mencionado  varias  veces en este  blog, soy esposa  del exministro de Agriculura  Juan Camilo Restrepo

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