En este pre- plebiscito -
para llamarlo de alguna manera "neutra"- las mentiras abundan en
grados, matices, formas, autores y tamaños.
Sería iluso creer en el maniqueismo según el cual solo dicen
mentiras los del "NO". Implicaría concluir, dada la polarización existente, que solo dicen verdades los del
"SI", lo cual tampoco es cierto.
No solo desde las mentiras,
sino desde las intenciones de voto, las conclusiones se pueden sacar con un enfoque emocional: “Los partidarios de la paz no mienten, los de la guerra mienten”. O "me
gusta el Si porque me gusta Santos" o " me gusta el NO porque no me
gusta Santos" . O vice versa,
poniendo a Uribe en el lugar de Santos.
Ese lado emocional es el que
explotan mayoritariamente las encuestas
polarizadoras que ponen a los ciudadanos a escoger entre el
sí y el no sin que quepa la posibilidad
de argumentar el "si, pero… " o el "no, pero…" que, en el
fondo, configuran la esencia de un debate democrático. Un debate,
además, en que la transparencia y el análisis deberían ganarle a lo emocional.
Porque la realidad de las temáticas públicas no es tan tajante como para ser evaluada en un 100% como buena o en un 100%
como mala. Un ejemplo: el Programa Ser Pilo Paga no es tan impactante como lo promociona su abundante publicidad, (proyección
cuarenta mil estudiantes beneficiarios en
4 años); pero el programa es
positivo ( estimula estratos 1 y 2), si
bien no resuelve el problema del acceso a la educación superior.
Poco a poco nos hemos
acostumbrado a ser "radicales" y a no analizar lo que la sabiduría
define como "ni tanto que queme al
Santo, ni tanto que no lo alumbre".
La intolerancia empieza
cuando no se aceptan los matices y se incrusta en los planteamientos radicales.
La mayor mentira de algunos
partidarios del SI es la ambigua
afirmación de que si no hay paz, habrá
guerra. Esa antítesis es mentira por punta y punta porque, por un lado, el enfrentamiento entre
el ejército regular de Colombia y las FARC
no es propiamente una guerra, sino un conflicto armado interno. No es ni
siquiera lo que algunos podrían llamar una guerra civil interna porque las FARC
no han reclutado ni interna ni internacionalmente en forma masiva pues sus
efectivos son apenas 17500 ( o 15 500 segun las fuentes), con círculos de
colaboradores que tampoco son sustanciales.
No es Guerra civil, porque
la población de zonas con conflicto armado no necesariamente está
dispuesta a dar la vida por la causa FARC. La ideología
de las FARC o de los
paramilitares, no es la del grueso de la
población que está ocupada, o bien en
sobrevivir en medio de la desigualdad, la crisis de los servicios
públicos y la corrupción ( caso aberrante de Guajira y Chocó); o bien recuperándose de los daños y el impacto
de la conflagración con las FARC, o lo que es peor, de las bandas
criminales, el ELN y el microtráfico.
Por eso, el acuerdo con las FARC no es LA PAZ como lo creen muchos y
lo promocionan muchos más, sino un respiro.
Porque es evidente y angustioso el clima de impunidad y el crecimiento de las bandas criminales, (anteriores por cierto a los acuerdos, otra
mentirita de los partidarios del NO cuando
alimentan los miedos , sugiriendo que se agudizarán con
los acuerdos.
A mí modo ver,
la ventaja de los partidarios del SI no
está en que la mentira sea menor que las de los partidarios del no, sino en los
contextos. Porque los contextos traen
más ventajas que desventajas en
el caso del SI que en los del NO.
Un ejemplo está en los
argumentos de Fernando Londoño Hoyos para votar NO , que contienen
generalizaciones mentirosas. Analicemos sus 10 razones para votar NO: http://www.las2orillas.co/author/fernandolondono/
1- Porque - el profesor y "periodista" Londoño- se opone a
una Constitución " blindada"
de 297 páginas a espacio sencillo:
es una mentira tan grande como la de la "Paz" por la de
la orilla del “si”. Nuestra Constitución
sigue siendo la del 91 con todo y sus retazos. Los colombianos podemos cambiar por la vía legal lo aprobado
por medio de leyes. Y en gracia de discusión, el país tiene instituciones para reformas
constitucionales que garantizarían el
autoritarismo estilo Chávez, como
lo quería Uribe cuando pregonaba la necesidad de un " estado de opinión".
2- Para Londoño Hoyos, los
acuerdos crean un sistema de impunidad detestable. La palabra detestable es
sintomática del análisis emocional y la
impunidad existe mucho antes de los
acuerdos, en particular por las fallas en nuestra administración de justicia.
3- Porque, escribe Londoño
Hoyos, los acuerdos no son un acto de
paz sino una declaración de guerra: de nuevo
el uso de antitesis generalizadoras no desmenuza el análisis ni probar la afirmación.
4- Porque se niega a vivir en
una Patria Comunista. En
primer lugar, la ideología de las FARC
no es hoy Comunista sino socialista. Confunde
las dos ideologías, lo cual es por lo menos curioso en quien ha sido profesor de ideas políticas. Pero esa
frase, de su puño y letra, da por sentado que el Partido creado por las FARC
seria
vencedor en unas elecciones, lo que ha sido lejos de ser el caso con el
fracasado M 19 .
5- El profesor Londoño miente
también cuando dice que se despojaran
las tierras dando a entender que inclusive las bien habidas, cuando se ha dicho
hasta la saciedad que los propietarios de estas últimas nada tienen que temer. Desconoce además
que un elemento crucial del desarrollo
rural integral es formalizar las tierras
de personas que no han escriturado sus bienes pero las han poseido lícitamente
y de buena fe.
6- Porque, escribe también,
se niega a vivir en el tiempo de las FARC. De nuevo una ostentosa mentira. Mezclada con verdades como la minería ilegal de
las FARC, otras verdades no
cuantificadas como los dineros de las
FARC ( que por cierto empezarán a ser
investigados en EEUU, que ni el gobierno de Uribe ni el de Santos
averiguaron).
7- Piensa y escribe Londoño
Hoyos que el acuerdo arruina definitivamente al país y no queda un centavo para el resto. Mentira sobre mentira: el sector rural ha sido abandonado por este
gobierno ( en su segundo mandato, cuando
se entregaron los recursos y los puestos
institucionales a la mermelada[i]
) y los gobiernos anteriores (con populistas consejos comunitarios).
8- Porque , escribe, va a
vivir en un Narco Estado. Extraño que el
profesor Londoño confunda Estado con gobiernos o clase política. Sobran
comentarios sobre la grotesca exageración que ignora olímpicamente el sacrificio
de jueces, magistrados, ministros, líderes políticos , periodistas etc, cuando
los narcos buscaron cooptar al Estado y
cree que las FARC tienen el poder de
recrear un Narco Estado.
9- Porque- escribe- se niega
a vivir en una dictadura. Igualmente grotesca y mentirosa caricatura de nuestro sistema en el que por
fortuna no prosperaron las dictaduras o los intentos de rereelegirse. Aclara
que no va a votar por Santos y por Tímochenko : nuevamente el profesor
universitario confunde mentirosamentre
al decir que votar por los acuerdos es
votar por santos y Tímochenko, lo que ignorar a los que no aceptamos la polarización.
10- Porque no quiere vivir en
un desierto empobrecido en poder de delincuentes. Esta y otras afirmaciones de los fundamentalistas del “NO” muestran que
definitivamente el país no puede encerrarse en el inmovilismo cada vez más cerrado y en un asfixiador
ambiente de radicalismo.
Más allá de las
utopías mentirosas, más vale el realismo
del "sí, pero…" que acepta los esfuerzos ya
hechos, recibe con beneficio de inventario las críticas de parte y parte, pero
rehusa aceptar el inmovilismo asociado con el miedo y creado por sectores más
reaccionarios de nuestra sociedad, cuando
argumentan emocionalmente por el
NO.
[i] Como se ha
mencionado varias veces en este
blog, soy esposa del exministro
de Agriculura Juan Camilo Restrepo
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