viernes, 31 de agosto de 2018

CUANDO LA INMORALIDAD SE VUELVE COSTUMBRE...



Como se había pronosticado,   la consulta  anti-corrupción generó una competencia de proyectos de ley  como si fueran la varita  mágica para lograr que nuestra Colombia plasme en realidades  los propósitos éticos.


Pero no nos  digamos mentiras  ni tampoco  nos hagamos ilusiones  sobre la capacidad del  derecho o del aumento  de penas  para transformar  lo que  son actitudes culturales y mentalidades  cotidianas muy arraigadas.


Mi granito de arena: De  cuando en  cuando  se "deconstruirán"  en este  blog  los mecanismos  -conscientes o inconscientes-  que llevan  a expresar   lo que,  en el fondo,  son  comportamientos anti-éticos.  

Como ejercicio, Usted puede analizar  las declaraciones, antes de leer mis  conclusiones  y disentir o ampliar el análisis  a través de twitter o Facebook 

EJERCICIO1Declaraciones de la promotora del "narco bus"  como  las titula El Tiempo:

El Tiempo, redacción paz  31/08/2018
"Me dieron cierta información de que  era un político  que necesitaba  lavar dinero"  comenta ...y más  adelante agrega:
 "durante ese ultimo recorrido se enteró que el pasajero iba con droga"...
En dos  ocasiones  le habría dicho a los pasajeros  que el   bus  estuvo  varado algunos  pero "dijeron que no,  que  querían seguir  adelante".

Análisis:  
1. Su primera decisión sobre lo que le comentaron era antiética,  como lo es  - tanto ética como jurídicamente-  lavar  dinero del narcotráfico- .
2. No solo reaccionó cuando supuestamente se enteró  de que el bus iba  con droga,  sino  que  dijo una mentira a los pasajeros:  que el bus estuvo varado.  Incógnita ética: Si hubiera dicho la verdad ¿cuantos  pasajeros se habrían  varado?
3- Intenta salir  de  responsabilidad,  lavándose las manos,   echándole la culpa a los pasajeros, que "dijeron que no". 

... Y  ¿ES EL PERDÓN SIMPLE  LECTURA?

El Tiempo, redacción paz 31/08/2018

Ejercicio 2: Los 11 ex miembros del Gaula, encabezados por su jefe de Estado mayor pidieron  perdón  por  13 "falsos positivos,  a mi modo de ver un monstruoso crimen de lesa humanidad.

Análisis : Los medios   audiovisuales   mostraron la lectura de la petición de perdón  y  del llanto  de las madres.  ¿Pero  hubo alguien que   se preguntara  si esa lectura de un texto formal era suficiente demostración de reparación, y se les  preguntó cómo garantizarán  la   no repetición?  ¿ Planteó el periodismo -en este caso como en otros-,  qué implica esa actitud, o se limitó  a estimular  la   manera de  salir del paso con  un ceremonial transmitido  como cualquier otra noticia,  que no solo incomoda sino  que  es desgarrador para   familiares de las víctimas  ?

A mi modo  de ver,  confundir o  igualar  "pedir perdón" (que se ha  vuelto  una de las  tantas costumbres  frente a crímenes de nuestra violencia) con una reparación, es estimular la falsedad ética.  

Pero además  , fíjense en la sutileza:  "como las víctimas lo han solicitado" ¿ Es verdadero arrepentimiento? ¿Y si no lo hubieran solicitado? ¿ No era  necesario  confesar  el  delito?

Usted, como ciudadano, receptor o usuario, tiene la palabra y la capacidad de análisis para  no contribuir a forjar climas  colectivos anti éticos y ser consecuente con la reacción anti-corrupción.  

  




sábado, 25 de agosto de 2018

CINCO ERRORES DE APRECIACIÓN CUANDO SE DICE “NO” A LA CONSULTA ANTI CORRUPCIÓN


( Actualizado a lunes 27)


Aunque  muchos de ustedes  seguramente encontraron  razones  para  votar  el domingo en vez de quedarse en casa rumiando o concluyendo que  la consulta “nació muerta”,  no  sobra  referirse a algunas argumentaciones que  buscan desmontar la iniciativa de participación ciudadana.

 ERROR 1: LO SIMBÓLICO DE LA  CONSULTA ES POLÍTICO
El principal  error  de quienes  denigran de la  consulta  anti-corrupción  es considerar que  tan solo es,  o lo es principalmente,  un acto político. 

A mi modo de ver, no pocas   reflexiones  fusionan  el  aspecto  ético y el político,  como si fueran la misma cosa.

Pues no. Porque antes que político, el acto de corromper  es  una  falla en la concepción ética sobre el poder y sus tres  ramas, las relaciones  entre  gobernados y gobernantes,  las instituciones,  los organismos de control,  los deberes y obligaciones de los funcionarios públicos.  También  lo es, por supuesto,  de las empresas estilo Odebrecht. 

 Corromper es  traspasar los límites de lo permitido y considerar  “normal” lo prohibido. Una vez  cruzado  el límite de lo moral a lo inmoral,  todo está  permitido. Para  muestra un botón : la  evidente inmoralidad  de justificar leguleyamente las  habilidades  cuando  hay  éticamente  inhabilidades  como el  caso Cabal- Lafaurie. O darle una coima al  policía para que no lo multe.
 
La legulización de lo político  -que tanto se ha mencionado en este  blog- ha  llevado a que,  para las  faltas  de ética,  se propongan  “remedios”  políticos o jurídicos,  como, por ejemplo un “proyecto de ley” desde el poder.

Pues bien:  todos  deberíamos  votar,  si  consideramos que  la utilización inmoral  del poder  ha llegado a límites  inaceptables.  No nos digamos mentiras: el ejercicio ciudadano de una consulta  anti-corrupción como la del 26 de agosto es  manifestar la inconformidad  de los colombianos  por las  cada vez más graves  fallas  de ética pública.

Será  muy difícil que se  llegue  al umbral,  como son muy difíciles  de lograr la  aprobación de cada una una  las siete propuestas,  algunas  discutibles o no, pero ese no es el tema. Los ciudadanos no  somos  legisladores. Tenemos, en cambio, el derecho y la obligación de manifestar que existimos y  de opinar sobre lo que nos resulta intolerable.
Opinar no es solo  hablar. Es actuar.

ERROR 2: NO TENDRÁ  NINGÚN EFECTO.
El fatalismo de los absolutos lleva a una especie de depresión colectiva de muchos colombianos.  Con los  años, el poder de quienes  no distinguen el interés particular  del colectivo,  la  decencia de la indecencia, la corrupción del  cuidado de los bienes públicos, ha ido en  aumento.

 La pasividad, la anomia , la tolerancia, el no querer ver  han llevado a quitarle la  talanquera  a  los actos  ilícitos o anti éticos.  Casos como el de la parlamentaria corrupta  o del "fiscal anti corrupción" son  ejemplos de  lo intolerable, alcahueteados por  la  inercia ciudadana. Mas allá de las marchas, esta  votación  es un gesto -simbólico si se quiere-  pero que  marca una diferencia de actitud de la ciudadanía.

ERROR 3: NADA VA A CAMBIAR
Los  absolutos del pesimismo  ( “no hay nada que hacer") llevan a los  ciudadanos  como usted y yo  a  marginarse  de cualquier  iniciativa. Del mismo modo,  los absolutos del optimismo  la llevan a polarizar y descartar a los demás.  Quienes   opinan  que  la consulta no va a servir le apuestan  al fracaso… pero de los demás. 
Las utopías como manera de esperar imposibles  son un freno  para  la  participación activa de los  ciudadanos en todos los niveles.

ERROR 4 : LOS PROMOTORES SON POLITIQUEROS :
Creer que todo es politiquería  es tener una ética que  ampara sus miedos en  falsas utopías. Como consecuencia de los absolutos promulgados por el pesimismo, se desconoce el esfuerzo de  quienes han estimulado  la participación  ciudadana cuando  el  propio  congreso ha rechazado una y otra vez reformar sus costumbres. 

Creer que Mockus, López, Lozano,  el propio  Presidente Duque, y muchos  funcionarios probos que trabajan y han trabajado  para el país  solo están motivados  por politiquería, es confundir  el agua y el aceite, o el oro con la escoria. Y esta última  expresión entendida, no en  términos  políticos, sino éticos.  Limitar reelecciones, o rebajar sueldos  inauditos  son  medidas que  reflejan  el deseo ético de  no aceptar  desigualdades o falta de oportunidades. La desigualdad  y la brecha salarial no se resuelven  con  “ una extraordinaria subida de salario  por una sola vez” ( pero este es otro tema)  

ERROR 5: LO MISMO SE PUEDE HACER  DESDE EL  CONGRESO  SIN GASTARLE  300.000 MILLONES
Sabe cuanto gana un parlamentario  hoy?  $31.331. 821.  ¿Sabe cuanto es el salario mínimo en Colombia, que Uribe quiere aumentar  una sola  vez  de manera “extraordinaria”?  $781.242 . Supongamos que logre  el populismo de  doblarlo : llegaría a  1.562.483. COMPARE.  
Además, recuerde que el  Centro  Democrático, y en particular Paloma  Valencia,  fueron quienes propusieron y obtuvieron  trasladar la fecha  inicial de la  Consulta  Anti-corrupción que   estaba prevista  simultáneamente  con las elecciones presidenciales, para despues de éstas. Si se hubiera mantenido la fecha inicial, solo  habría costado  $20.000.000 millones.  Esa es la verdadera explicación.


NO SE EQUIVOQUE: el simbolismo  de esta  consulta es ético, no político.  Su verdadero sentido es ético: pronunciarmos contra  costumbres políticas  anti éticas que  han permeado a todos los partidos, al empresariado,  a los magistrados y jueces,  los parlamentarios, a los suministradores de alimentación escolar, y,  sin duda, a  muchos sectores de  la sociedad colombiana. Lo importante aunque casi imposible es  llegar al  umbral  de 12 millones  de  votantes para que  el mensaje  sea contundente,  vótese si o no a cada pregunta. 

Pero entre mayor sea el apoyo a la  consulta en sí,- como  por cierto lo fué- y a otras manifestaciones ciudadanas en el futuro-, más demostrará la ciudadanía su real inconformidad frente a la corrupción.

Pronunciarse  en contra  de  esta epidemia es  no  aceptar lo inaceptable. Porque no votar es permitir que otros se solacen  mezquinamente con el  resultado, y que todo siga igual. Es decir, permitir que se  vuelva una infinita  discusión  leguleya en el Congreso, de las que somos  cada  vez más ajenos como ciudadanos.   Estemos entonces pendientes, que eso no tardará a suceder, ahora que no llegamos al umbral, sino casi.

jueves, 16 de agosto de 2018

DOS CASOS INMORALES: DEL REPUDIO Y EL ASCO, A LA ÉTICA Y AL ORDEN


Intuir  es ver  Foto MTH
Dos casos recientes  de comportamientos,  en ámbitos muy diferentes, producen a la larga,  repudio y  repugnancia.  El repudio es un simple rechazo;  la repugnancia  contiene algo de asco.

No necesariamente  se deben a  percepciones sobre lo material. Tanto  el rechazo como la repugnancia también pueden provenir de  percepciones espirituales,  mentales y sociales,  y se sitúan en un escalón más arriba  de la simple indignación.

A lo que voy es a preguntar: ¿ha perdido  la sociedad colombiana  la capacidad  de  rechazo y  sobre  todo, de  repugnancia frente a  muchos  comportamientos?




Obra y Foto MTH
De tanto hablar de paz  para esconder sentimientos negativos,  de  caridad para no afrontar la desigualdad, de tanto  “solidarizarnos” después (no antes) de que  sucedan las  tragedias,  de tanto  verbalizar en  diarreas  mentales de amor  al prójimo  y a la paz, de tanto insultar y odiar,  vamos  perdiendo  intuición ética, como la llamaría el filósofo  Baruch Spinoza. adopto la mas sencilla can aquello  parsimonia igamos  creyendo  en las virtudes de nuestr "licas , en vez de poner  imagenes l

 Esa intuición  va más allá de las emociones y de la razón. Nos  lleva a  desmenuzar comportamientos  individuales y  a una evidente  sabiduría en  cuando a la ética  se refiere .

Aquí entramos  en el campo de la moral  individual  y  colectiva y de la ética individual y colectiva.[1] Porque seguimos valorando  de muy emocional,   poco razonable y  muy poco intuitiva,   como también diría Spinoza.

El referente ético  de la Iglesia  católica  sobre  la bondad y la maldad , lo que se  debe o no se debe  hacer,  ha  fallado de manera rotunda, a pesar de los esfuerzos del Papa Francisco. 

Aquí como  en  muchos países católicos la pederastia,  la moral religiosa  de bolsillo,  han  debilitado lo que antes  era su  poder moral. Pero  también  lo han debilitado cierta hipocresía  de  las  Iglesias – no  solo la Católica-  al no pronunciarse  sobre  comportamientos inadmisibles.   

Su parsimonia   ha llevado las  jerarquías   eclesiásticas  a que lo que digan o no digan ( la mayoría de las veces) se diluya en palabras de  contenido insulso,  sin  incidir en manera alguna en los cambios éticos y morales. 

El reciente comunicado  de la Conferencia  Episcopal   sobre  la  consulta anticorrupción  del domingo 26  es un ejemplo  sintomático de  pronunciamientos aterciopelados, en este caso sobre la corrupción, y  repetición  de insulsas frases de cajón que  demuestran una pérdida total de liderazgo  ético. No da ni un solo argumento  para votar en favor, encomienda a Dios el resultado del que llama "ejercicio democrático",  sea en favor o en contra de los siete puntos. Pero eso sí,  advierte  que la consulta "no es suficiente para acabar con la corrupción" como si  alguien  creyera que es suficiente. ¡Por favor!


 Sin  duda , la “intuición ética” se ha perdido en Colombia y en muchos países. ¿Por qué? Por leguleyizar  con palabras  los comportamientos; por  confundir  códigos de ética con ética;  de tanto  proclamarnos como qué   somos o como  qué deberíamos ser;  de tanto proponer proyectos de ley para traer  los  “cambios”  de comportamientos que nunca llegan o que se eluden; por buscar tantos referentes externos como Uribe,  Santos y ahora Duque.

En el fondo,  de tanto clavarle a cada  comportamiento ajeno reprobable   soluciones como  “un proyecto de ley”,  lo que se  evita es reformar  comportamientos.  Comportamientos inmorales como cambiar  las reglas de  juego  en el proceso de  elección de Contralor,  o manejar un bus saltándose todas las  reglas. En ambos  casos, se avala  no  cumplir  lo que se debe cumplir. En un caso, creyendo  que poner  imágenes de santos y vírgenes  protegerá  lo inadmisible. En el otro, creyendo que los  formalismos de una resolución expedida por la mesa directiva le quitaran el carácter de inmoral a un comportamiento.

¿QUÉ HACER?


A mi modo de ver,  la manera es  recuperar autoridad moral  y  orden social.


¿Por qué autoridad moral? Porque en Colombia y  en países  tan desvencijados socialmente como el nuestro, los comportamientos  no  pasan por el filtro de la reflexión ética.

Respecto dos  casos recientes, me vino a la mente  el  muy recomendado libro de Mauricio  García Villegas,  el Orden de la libertad,  de título  sugestivo. En nuestro país,  el orden, escribe, no genera aprecio, sino desconfianza en los  que el autor llama de izquierda (  progresistas que pregonan la libertad). Consecuencia : se deja su interpretación a los  autoritarios, al  estilo de Uribe, el  ahora tan callado ex Procurador  Ordoñez  y similares,  extravagantes  como Paloma, etc. etc.  ( de la  derecha los llama él) .


El incumplimiento sistemático de todo tipo  de normas o reglas  lleva a exaltar al vivo, al rebelde,  al arrogante  (Ud. no sabe  quien  soy yo) y aún al desamparado ( el conductor del bus tuvo que  “rebuscarse”  el trabajo).  Lleva  a justificar el abuso de la propiedad privada,  y a adueñarse  de lo público  como si  fuera propiedad  privada.

Al mismo tiempo, la obsesión por lo jurídico  lleva a descuidar lo ético y  a argumentar desde los procedimientos  sin tener en cuenta  su aspecto ético, que  termina por vulnerar el derecho mismo.  A mi, por lo menos  me produce indignación que   juristas tan  prestigiosos  y éticos como  José Gregorio Hernandez  y Juan Manuel Charry  argumenten :

"La mesa directiva del Senado le dijo a EL TIEMPO que ya avaló la licencia y dio constancia de que Cabal también se ha ausentado de las audiencias en las que se han escuchado a los candidatos. No obstante, algunos contrincantes de su esposo cuestionan si la senadora puede utilizar una licencia para hacerle el quite a una inhabilidad constitucional.

Al respecto, el ex magistrado José Gregorio Hernández señaló que, en su criterio, “la licencia solicitada por la senadora Cabal es un camino legal que ayuda a subsanar ese tipo de impedimentos”. Si bien bastaba con declararse impedida, el atajo no viola ninguna norma.

En similar sentido se pronunció el constitucionalista Juan Manuel Charry, quien advirtió que al tomar la licencia “evita la suspicacia de que pueda influir en el proceso de elección”. El experto agregó que la decisión que tomó en el 2002 el hoy canciller fue un camino netamente ético e individual que no está explícito en la ley y, por tanto, no es obligatorio."

UNIDAD INVESTIGATIVA
u.investigativa@eltiempo.com@Uinvestigativa

https://bit.ly/2vUCEmr

  Bus y  procesos de escogencia  de  habilidades

Pero vamos al aquí y al ahora. El primer caso  es el trágico accidente de un bus  pirata  en el que murieron 23 personas inocentes (no por tiros o  acuchillados,  es bueno aclararlo en medio de tanta violencia  desatada últimamente). 

En la medida en que  se va  desatando el ovillo de las irresponsabilidades  del accidente,  la primera reacción de rechazo (o de compasión  hacia las víctimas,  o de indignación por los comportamientos)  se va convirtiendo en repugnancia. En primer lugar, por la manera  como cada quien trata de  zafarse de  sus responsabilidades, desde la empresa,  pasando por  el Ministerio de transporte,  por el dueño del bus,  por  el  que lo iba a comprar, por los que  no miraron los papeles,  por los traficaron droga, por los que no controlaron su estado mecánico,  ni su permiso para  viajar fuera del país,  por los que recibieron coimas para no ver, por los que traficaron con indocumentados y, obvio, los irresponsables  conductores fallecidos, que  se embarcaron en semejante inmoralidad.

Se pregunta uno  ¿por qué el periodismo y los colombianos  nos  indignamos ante lo sucedido, pero hacemos tan poco por cuestionar lo  que sucederá?  Allí  viene entonces, después de la indignación y el rechazo, la necesidad de orden. Porque  no es viable ignorar a los que desordenan, incluidos  quienes dicen  que fue por la necesidad de rebusque,   aceptar  como  “normal”el incumplimiento de las normas , y como inevitable lo que lleva a saltarse las talanqueras de lo legal.

El  segundo  caso  es el proceso de elección de Contralor  de la República,  uno de los  cargos  más  importantes del país. La indignación  tiende a convertirse en  repugnancia y asco. Y  muchos periodistas  al  centrarse  en  la “competencia” política de cuántos  votos  se  tendrán, han  estimulado sin duda esa  inmoralidad, esa repugnancia y ese asco. Otros  si  han  recordado oportunamente los antecedentes de los candidatos. Pero el costo  de este   episodio es demasiado alto para que sigamos creyendo  en las virtudes de nuestra “democrática” Colombia.

Ambos casos, tan diferentes,  demuestran que  en  vista  de la desprotección  y el descontrol  del Estado, en semejante  clima  social adverso, el ciudadano debe presionar comportamientos  éticos por su propia  cuenta.  ¿Cómo?  No aceptando  subirse a buses sin  todos los requisitos.  No  dándole un enfoque  político  a lo que esté en juego, sino  motivando  para sí y para todos,  la intuición  ética. La misma que llevó  a rechazar eso  de que “Ud. no sabe quien soy  yo”.

Que no  nos quepa  duda:  en estos  casos y en muchos  mas, el lema de nuestro escudo “Libertad y Orden” se volvió “ Orden a la brava  o libertad de  hacer ” ;  el mandato constitucional de “ libertad  de expresión  con responsabilidad social”  se convirtió  en  “libertad  de expresión con  inmoralidad incluida”. Ojalá que  la indignación, el asco y la repugnancia  produzcan aquello  que García Villegas llama “la Libertad del Orden”.




[1] Entre muchas otras facetas o teorías, adopto la más sencilla: la moral  es el conjunto de  consensos  sociales, el clima  social que se  construye sobre  valores y su escala de  prioridades;  la ética, en cambio, es la reflexión sobre esos  valores y consensos, para  incorporarlos o rechazarlos  de manera individual o colectiva.  He hecho muchas veces la comparación según  la cual la ética es  a la  moral es  lo que la estética es  a lo bello.
Los  cuatro conceptos son dinámicos e interactivos, individual y colectivamente.  Por ejemplo, antes  era inmoral  el control de la natalidad,  hoy  es  moral y valorado éticamente de manera positiva.