jueves, 29 de octubre de 2015

Otras lecciones de las elecciones


Foto y obra MTH
Además de lo destacado por  los análisis inmediatos de las elecciones regionales y locales, otras facetas  pueden ser motivo de reflexión.  Que cada quien haga las suyas y ojalá cambien las mentalidades políticas. Por ejemplo:

No a la improvisación emocional.  El electorado urbano castiga a las administraciones que improvisan.  Eso pasó con Petro, pero no por ser de izquierda         (término que por cierto ya poco aporta  al análisis (ver glosario en este blog) y debería ser remplazado por otros  aspectos  en una época de poca ideología y confusiones éticas: ¿qué  tal  progresismo vs  fundamentalistas o conservaduristas ( ex derecha)? ¿Qué tal de  moral amplia o estrecha?

 Un  caudillismo desinfectado de lo político  Si bien el  peñalosismo es caudillista, el contenido de la  palabra cambia en este caso y  también con el nuevo Alcalde Armitage de Cali.  Si bien  subsiste la percepción  del Salvador, tanto en el caso de Peñalosa como el de Armitage prosperan  las candidaturas por firmas.  La ciudadanía  remplaza  lo carismático-político  por la  percepción de eficiencia y honestidad.  De allí la pérdida de poder carismático  en lo local del  uribismo  y de poder ideologizante del Polo.
Los  abogados van  siendo reemplazados  por ingenieros, lo cual  contribuye a  maneras distintas y más ejecutivas  de  abordar problemas locales. ( conste que  soy  abogada)

Rechazo ciudadano a las encuestas y a los encuestadores  que posan de analistas o  andan en contubernio con medios y periodismo. Es el caso del  Cifras y Conceptos. Porque una cosa es una cosa y otra cosa, pues otra.

De todas maneras,  los encuestadores están bastante  desacreditados, lo que ojalá  les haga perder esa  importancia desmesurada a las  encuestas en el cubrimiento mediático de  lo político, que  no  puede ser tratado de manera consumistas y con categorías  de mercado.

Los partidos son cascarones. Aunque  el liberalismo  reclama  ser  el gran partido vencedor, en verdad está  vuelto añicos  por dentro.  Desprestigiado, esclavo de  los avales que entregó, con voltearepas como Serpa, o egos  como el del ex presidente  Gaviria, sin  proyección ideológica o ética.

Muchos somos liberales de talante  pero no  tenemos ninguna  afinidad con el partido.  Candidatos  que  ganaron alcaldías  con  inscripción de firmas  como  Bogotá, Medellín y  Cali ojalá demuestren más independencia de “partidos  quebrados”  esclavos del clientelismo .

Foto   MTH

Fortalecimiento de nuevas maneras de ejercer la  política como Cambio Radical, cuyas fuentes de financiación  no siempre son  clraas y que se  nutren  de contratos de infraestructura.  Necesitan un  seguimiento constante de la ciudadanía  en materia de  ética pública. Sin mencionar, por  supuesto, los Yair Acuñas et al que gracias al excelente trabajo de la policía y la fiscalía  fueron cogidos  con las manos en la masa…de billetes.

       
Rechazo  a  extremos  fundamentalistas que se creen poseedores  de la verdad, y que terminan encontrando puntos comunes en su rigidez mezquina.  Es un caso concreto de Robledo y Uribe: se encuentran en  su defensa de los ingenios, el uno desde su óptica de  lo empresarial y el otro desde  su  defensa del  empleo y  contra la globalización. Ambos instalados  en argumentos  obsesivos que no tienen  en cuenta la realidad ni el impacto  ambiental desastroso, que se pretende  disfrazar con  videos propagandísticos. Consejo para ambos : que vean   la película  “la tierra y la sombra”  y que no crean tanto en “el ingenio de Dios”.


CONCLUSIONES:  En vez de  ser políticamente  sicorígidos y caudillistas,  tratar  de  superar lo emocional.  

No creer que Petro tiene razón en movilidad  y que  Peñalosa  es perfecto en  el área  social.

Medios y periodismo deberían preguntarse:  ¿Qué quieren los ciudadanos? ¿Grandes temas generales que obedecen a preguntas generales ( por ejemplo la paz)? ¿O abordar temas locales, aterrizar la discursividad y los “debates”  sobre  los temas nacionales  a lo concreto?  Sospecho  que,  en vez de  temas “diarreicos”  convendría refrescar las lecciones de  infraestructura,  estadística y  contabilidad.


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